"Entender la importancia de disenar nuestros espacios, es una manera de empezar a vivir mejor. Y ese diseño es la esencia de nuestro trabajo. No hay nada mas elegante que lo que no sobra, ni nada mas impresionante que lo simple. La síntesis total se encuentra analizando todo minusiosamente y poniéndolo en función de un mismo concepto. La armonía es trabajo de conjunto, la creatividad el arte de encontrar lo justo y la exclusividad radica en la particularidad del encargo."
“Siempre debemos recalcar la diferencia entre proyecto y obra. Hay una falsa idea en gran parte del seno de nuestra sociedad que entiende que estos dos conceptos son lo mismo, o lo que es peor, que el primero es parte integrante del segundo, relativizándolo por completo. Lo que se contrata desde el día uno es la “obra” siempre según el inconsciente colectivo y así el arquitecto pasa a ser el constructor con prisa y sin pausa. Insistir en que esto es errado es importante para lograr clarificar las distintas etapas de una completa obra de arquitectura y poner a nuestro trabajo en el exacto lugar que le corresponde. Somos principalmente los artesanos, moldeadores de necesidades convertidas en programas funcionales, que dan forma conceptual desde el papel y hacia la realidad a una obra de arte llamada arquitectura. Es verdad que el objetivo es la obra, el producto arquitectónico terminado, pero también es verdad que sin proyecto no habrá obra de arquitectura posible de merecer dicho crédito. Es decir, ambos conceptos se necesitan mutuamente, pero no son lo mismo. Por eso entendido esto, podemos empezar a valorar esa gran y definitiva etapa llamada Proyecto, que tiene estructura propia, acciones propias, tiempos propios, vida propia. Que diseña, estructura, coordina y planifica esa futura obra dándole sanidad para lograr la meta de la mejor manera. Y así, luego y más tarde, lograr disfrutar de ese producto terminado”.
“Una casa, un edificio, es una obra de arquitectura y no un mero castillo de naipes o de arena en una playa. Como toda obra maestra requiere de especial conocimiento y para colmo no de uno de ellos sino de varios, en las ramas del diseño, de la tecnica, de la tecnologia y tambien de la psicologia. Quien crea que puede realizar una obra de arquitectura sin recurrir de manera prioritaria a ese conocimiento lograra unicamente fracasar y el resultado, como en la playa, no abra manera de que no se lo lleve el viento".
“La Arquitectura es la justa conformacion espacial de las necesidades humanas y sus interrelaciones. Ella no surge sino se resuelve el dilema en su totalidad, y este dilema no esta vinculado solo al programa, la estetica o el "estilo", sino mas bien tiene componentes racionales y emocionales, expresos y tacitos, concretos y abstractos que se complementan para que el hecho suceda y asi podamos apreciar lo que no podemos ver pero podemos sentir. Ese sentir es el que otorga a una simple construccion el derecho de trascender".